domingo, 11 de noviembre de 2018

ESPERPENTOS DIARIOS. 26. No sin mi hijo

"No sin mi hijo"
Es la frase de moda entre los padres que quieren integrar a sus hijos en sus actividades pero, ¿cómo se comprende que no solo los lleven a un recital de poesía acompañado con música de violín sino que para más recochineo se pongan en la primera fila? El niño se cansa, hace ruido, se mueve sin parar, llora y el poeta, ¡pobre! pierde el hilo y la concentración del sentimiento que intenta transmitir, ¿y los padres que van con hijos de unos seis años a la Filmoteca a ver una película subtitulada y se pasan la proyección íntegra explicándoles lo que están viendo?
 Estos casos son algo puntual, pero sin embargo es habitual ver a los padres en las terrazas, disfrutando de sus amigos y de su aperitivo, mientras su niños gritan y corren entre las mesas de quienes intentan buscar un momento de tranquilidad. Desde luego, en ningún momento los frenan. Todo vale mientras molesten a los demás, que enciman no se atreven a protestar sino que solo murmuran en voz baja. En cierta ocasión, le dije a un niño que no paraba de correr en torno a mi mesa: “Guapo, anda, vete con tus papás”. Los papás me oyeron y en lugar de pedir perdón o aclarar al niño lo incómodo de su juego para los demás, me miraron con fuertes deseos de asesinarme y siguieron tranquilamente con sus cervezas, como si no conocieran a la criatura
No es esta una queja individual de una persona rara, asocial, o como quieran definirla ¿No sorprende que se anuncien hoteles en los que solo se admite adultos? ¿Bodas en las que los niños no están invitados? ¿Vagones de tren sin ruido? ¿Aerolíneas libres de niños?
Hoteles adults only, territorio libre de niños. Las piscinas y el ambiente simplemente perfecto, sin niños corriendo y chillando, solo adultos estando tranquilos y relajados
Algunos establecimientos no se molestan en disimular y lo dicen abiertamente: 
“Este local no admite menores”,  “los menores no son bien recibidos”, “Rogamos que tanto los bebés como los niños menores de seis años NO sean incluidos en sus reservas.”
Son medidas muy impopulares y generadoras de conflictos pero van extendiéndose como una mancha de aceite.

Estos nuevos padres empiezan a ser las víctimas de sus vástagos que no conocen el significado del monosílabo “No”, de la expresión “Basta ya”. Sus hijos son pequeños dictadores, alentados por la falta de seriedad de los padres en una educación que se les va de las manos. Es perder el control educativo.
El verano pasado conocí una terraza estupenda, atendida puntualmente por camareros amables, jóvenes, con su esposa e hijos pequeños que acudían a ver a su esposo y padre acompañados de otros amigos con su correspondiente prole. Los niños disfrutaban mucho en una terraza peatonal sin ningún problema de tráfico, recogían todos los cartones de los contenedores cercanos y montaban un escenario desde donde cantaban y entretenían a quien les escuchara. El primer día hizo mucha gracia, el segundo no tanta y al tercer día los clientes empezaron a desaparecer poco a poco. La terraza parecía el salón de casa de estas familias y los extraños, además de sentirse incómodos, eran incapaces de relajarse. Los dueños no supieron o no quisieron parar esta amenaza y a mitad del verano ya no había casi nadie que no fueran amigos o familiares, que además no pagaban las consumiciones. Cuando acabó el verano, cerraron el establecimiento, con unas buenas facturas sin poder pagar. Había sido un excelente salón familiar pero los clientes acabaron huyeron como de la peste. Ya hace un montón de años, en 1981, Joan Manuel Serrat resumía así esta idea en una de sus canciones:
“Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar.
Han pasado 38 años y son padres los que entonces eran niños. Ahora están agobiados por los horarios de trabajo, cansados de la inacabable energía de sus hijos y pensando que les hacen un favor integrándolos libremente en todas las situaciones de su vida, sin necesidad de involucrarse en su desarrollo social. Ser padres es muy sacrificado y no tiene buen futuro elegir quedarse donde tus hijos estén cómodos, sin someterlos a ningún tipo de disciplina y de rebote castigar a todos los que les rodean. Es necesario respetar los espacios.

Abycine 2018



Abycine, un año más ¡estupendo!!. Se abrió el festival con la nueva película de José Luis Cuerda (y su presencia), tercera de su trilogía: Amanece que no es poco, 1989, Así en la tierra como en el cielo, 1995,  y Tiempo después, 2018.

Esta última presenta una divertida distopía desarrollada en el año 9.177, en que el mundo se distribuye en dos espacios: unas torres centrales donde se alojan las fuerzas vivas y un descampado en las afueras donde se amontonan los parados, tras un apocalipsis que ha destruido la tierra.

José Luis Cuerda con Arturo Valls, Joaquín Reyes... 
Esta tercera entrega contiene más sustancia y más contenido que las anteriores, aunque siguen como pilares de la misma los personajes de las anteriores; el guardia civil, el cura, el alcalde, el rey y el que maneja el dinero. Hay múltiples referencias culturales, así escuchamos recitar a F. García Lorca, A. Machado, Cesar Vallejo, etc.
La comedia es muy divertida y su humor típicamente de Cuerda, surrealismo o como le gusta decir a Cuerda, "surruralismo". Junto con Berlanga y Azcona se consolidan los pilares de la comedia española.
La película se estrenará en los cines el día 28 de diciembre, ¡Divertida inocentada!

Carlos Vermut con la presentadora "Enriqueta" en la clausura
El Festival se cerrará´con un broche de oro, la proyección de Quien te cantará de Carlos Vermut. Es la tercera película (Diamond Flash, 2011, Magical Girl, 2014), del original director, estrenada en Albacete. Lila, una diva cantante de los años 90, desaparece misteriosamente y cuando aparece y prepara una vuelta a los escenarios, tras diez años de ausencia, pierde la memoria.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Cine rumano

UNA NUEVA EXPERIENCIA CINEMATOGRÁFICA
Septiembre 2018, comienza la temporada de la Filmoteca de Albacete con una muestra del cine rumano. Se proyectan cuatro obras maestras, películas emblemáticas, cuyo objetivo es dar a conocer la cultura rumana, a través del cine, en el año en que se celebra el centenario de la Gran Unión de Rumanía como estado moderno. Tras la Primera Guerra Mundial en 1918, se incorporan a la “Gran Rumanía” las provincias históricas de Transilvania, Besarabia, Bucovina y otras minorías. Antes de este momento, el cine y en general la cultura rumana estaba ausente del mapa de Europa, ya desde 1965 en que el poder estaba en manos de Ceausescu. La censura, las consignas del partido comunista y el correspondiente contenido crítico está presente en todas ellas, sobre todo en las producidas antes del año 2000 en que el “nuevo cine rumano” da un notable giro hacia la modernidad. Asimismo es llamativo el realismo trágico con que se relatan hechos terribles que producen fuerte pesadumbre en el espectador.
Responsables de esta iniciativa son la Embajada de Rumanía, el Consulado Honorario de Albacete, la Filmoteca, el Instituto de Cultura Rumano, y la colaboración con Dacin Sara, la Sociedad de  Gestión de Derechos de Autor de los Cineastas de Rumanía.

1ª películaEl resto es silencio (Restul e tăcere), 2007. 140’. Dir.: Nae Caranfil. Comedia-Drama. V.O.S. (Ganadora de 9 premios GOPO del cine rumano, incluyendo mejor película, seleccionada por Rumanía  para los Oscars). Es la más moderna de todas las presentadas.
Se sitúa la historia en el Bucarest de 1911, cuando el cine, “sombras móviles” como lo denomina una de las protagonistas, busca su sitio en el ocio social, ocupado solo por el teatro. Es en ese punto cuando un joven y talentoso director de cine, Grigore Ursache, hijo de la estrella del teatro en ese momento que se enfrenta a esta realidad, busca un mecenas para hacer una película reconstruyendo la guerra entre rumanos y turcos, que dio la independencia de Rumanía en 1877. Cuenta la historia del primer largometraje de la historia rumana, en un juego del cine dentro del cine.
Es una película muy interesante que reflexiona sobre los límites entre el teatro y la aparición del cine. En ella hay numerosos y variados recursos fílmicos como por ejemplo una secuencia narrativa en que relata un largo espacio temporal mediante viñetas de dibujos. Los constantes giros en la historia la enriquecen extraordinariamente, así como la banda sonora. El desenlace es sorprendente, tanto como el propio desarrollo temático en que se pone de relieve la idea de que la búsqueda de la realización de los sueños conduce en muchos ocasiones a la tragedia.
Hay constantes citas y apariciones del personaje de Hamlet, que muere pronunciando las palabras que titulan esta película: “The rest is silence” que hace referencia al desprecio de este mundo de lágrimas (tópico literario) y al descanso merecido después de la lucha de la vida. 
El protagonista es un cineasta que representa la situación de los primeros directores de cine y el concepto de autor, frente al multimillonario extravagante a quien tiene que pedir financiación de su proyecto sobre la Guerra de la Independencia de Rumanía

2ª película: La reconstrucción (Reconstituirea), 1968. 100’. Drama. Dir.: Lucian  Pintilie.
Dos jóvenes estudiantes, en una borrachera de celebración,  golpean al propietario de un bar, se pelean, ocasionan desperfectos, etc. Regresan allí para hacer la reconstrucción del delito, con un policía (convertido en director de los actores), un procurador (juez), un profesor y un equipo de grabación. Les obligan a filmar una película, con fines educativos, sobre los efectos del alcohol para quedar libres de cargos. 
La película está basada en una novela de los años 50, de Horia Patrascu que, con su contenido crítico retrataba el régimen comunista. En 1968 cuando apareció la película, aunque era un momento de liberalización del régimen del gobierno de Ceausescu (ya tres años en el poder), la cinta fue censurada y retirada de los cines y su director tuvo que exiliarse. 
Hay curiosas escenas del cine dentro del cine en las que se repiten secuencias, una y otra vez, como la de uno de los jóvenes que clava varias veces su cara en el barro después de ser golpeado por su amigo. Este recurso nos permite ver también lo que no se graba. Es clara la referencia crítica a la degradación del individuo por el régimen, la rigidez de un régimen deshumanizado. A veces resulta un reiterativo bucle que da lugar a un desarrollo lento, con extravagantes comportamientos. La película que graban los jóvenes, obligados para conmutar su pena, pretende ser una película de reeducación social que llevarán por todos los centros educativos para mostrar las consecuencias del exceso de alcohol en los jóvenes.
Destaca la especial relevancia del sentido del oído. Son constantes los chirriantes ruidos como el claxon que se estropea en el jeep, la sirena de la ambulancia, el tren que pasa continuamente con su traqueteo, la música de la radio de la chica, el volumen de la televisión del bar (fútbol, música…), el graznido de las ocas, el agua de la presa, etc.

3ª película: Secuencias (Secvente), 1982. 98’. Dir. Alexandru Tatos. Drama.
Recopilación de tres historias diferentes vinculadas por la grabación de una película. La vida de un equipo de rodaje, los extras, con el fondo de la represión comunista y la tortura, sustenta esta película cuya trama va subiendo de intensidad según se desenvuelven las historias. 
El cine dentro del cine la une a las dos anteriores proyecciones. El contenido crítico vuelve a estar presente, en general y concretad en casos como el de dos de los extras, que coinciden sentados en una mesa de un salón que es escenario de una de las escenas, y se reconocen como un antiguo verdugo y un torturado por él y hablan de ello fingiendo, mientras los graban, una conversación amable.

4ª película: Hotel de lux(Luxury Hotel) 1992. 105’. Dir.: Dan Pita.  Drama.
Ganó el León de Plata en el 49º Festival de Cine de Venecia, a Mejor Director.
En torno al personaje de un empleado que asciende a director pero que sufre la penalización de todas sus iniciativas de renovación, transcurre esta delirante historia que pone de relieve los distintos niveles sociales, las relaciones humanas y todo un entramado de mentiras, trampas, represión, etc. De nuevo está de fondo la sátira de la vida rumana bajo el régimen comunista, narrado con extraordinaria dureza neorrealista. 
El hotel es una alegoría del país (Rumanía) con sus estratos sociales y con un líder, el “patrón” poder supremo, en la dictadura bajo Ceausescu. En un ambiente opresivo en el que la sociedad se clasifica en distintos niveles en un hotel, el núcleo que hila todo es el personaje de Alex, promocionado a gerente de hotel y después degradado porque no ha asumido su principal responsabilidad: no tomar iniciativas.
Es una película difícil, de escenarios  de pesadilla (pasillos llenos de muertos con el pijama judío, sótanos que acumulan cuerpos desnudos, carreritas militares de los trabajadores, escenarios cerrados con puertas, rejas, perros…, ambientes oscuros de hambre y miseria, denuncias y delaciones, torturas, acusaciones infundadas, humillaciones, manipulaciones de la religión, etc. Es un sistema opresivo organizado, en el que todos los clientes del hotel han de comer lo mismo, las órdenes se dan por megafonía, el gerente se acerca al patrón de rodillas a lo largo de una larga alfombra roja… 

domingo, 5 de agosto de 2018

ESPERPENTOS DIARIOS. 25. Campechanía o zafiedad


“Campechano” es un adjetivo que la RAE aplica a la persona “que se comporta con llaneza y cordialidad, sin imponer distancia en el trato”. La cualidad correspondiente a ese adjetivo ha ido desplazándose hasta casi desaparecer. Se ha cargado de significados nuevos: trato rudo, tosco y poco delicado, que confunde la jovialidad con la zafiedad. “Zafio” en el Diccionario es dicho de una persona ”grosera o tosca en sus modales, o carente de tacto en su comportamientoCon este sentido escribió Larra “El castellano viejo” en sus Artículos de costumbres.
El uso del término casi se ha perdido hoy pero no su significado obviamente degradado. Se ha recuperado, por ejemplo, en el ámbito público de los centros comerciales con supermercado, donde vemos con cierta asiduidad, encuentros vacacionales como el que sigue: 
Vemos un hombre de piernas flacas y barriga muy prominente que casi revienta la cintura de esos pantalones cortos de muslo ancho sobre la que se desparrama, sudando, mientras intenta llegar a su coche con un carro lleno de bebidas hasta arriba, cuando un empujón monumental casi lo estampa contra el suelo. El hombre mira con cara descompuesta a su agresor y al reconocerlo esboza una asustada sonrisa –“¡Ah eres tú!” El recién llegado lo empuja bruscamente otra vez hacia atrás, supongo que para contemplar un poco más distante su figura, le palmetea los brazos y la panza y entonces se funden en un asfixiante abrazo, con más palmadas en la espalda. ¡Qué amigos tan entrañables!
Mientras, una señora que acompaña a este sujeto, se dirige explosiva hacia la mujer del otro: ¡Uy chica, qué gorda estás! ¡Se nota que te cuidas, bueno, no hay más que ver tu carro, lleváis cervezas para parar un tren!
-Mujer, dice la otra, también llevo una buena carga de garrafas de agua.
- Sí, sí, para disimular 
Y leda un par de besos al aire, restregando con decisión su cara sudorosa a la de su “amiga” que siente verdadera aprensión.  
No sé bien a qué se debe, si al calor, a las vacaciones, a la aventura de ir a cargar al supermercado, o a la mala educación pero lo cierto es que han perdido totalmente el elemental filtro de la cortesía.
Toscos, groseros, cazurros, zotes, patanes, zamacucos, cafres, etc., son los sinónimos que definen el comportamiento de estos campechanos “amigos”.

jueves, 22 de marzo de 2018

ESPERPENTOS DIARIOS. 24. Haciendo amigos


Hay días en que dejas de creer en el ser humano y piensas que es la incapacidad intelectual la que se deriva de estas situaciones, incapacidad acompañada del mal disimulado complejo de inferioridad. Muchos sabemos lo difícil que es, la mayoría de las veces, comprender el vocabulario administrativo. Eso no es problema cuando hay funcionarios que atienden con corrección e incluso con simpatía, pero ¡oh, mundo cruel!, nada es lo mismo si tropiezas con una antipática loca que te grita:
- ¿Es que no sabe usted leer?
- Sí, sí, sé leer pero no comprendo esos términos. Me piden un número y hay varios en esta escritura de propiedad, de modo que no sé cual de ellos es.
- ¡Pues lea el documento completo! ¡Lea su escritura!, gritaba la histérica impaciente.
Viendo que el aturdido “cliente”, no encuentra el número en cuestión, le señala con un picudo dedo airado un párrafo, gritando al mismo tiempo:
- ¡Ese es el DNI de su propiedad! ¡Ahí lo tiene!
Miro el párrafo y veo “tomo tal, libro tal, sección cual, folio …, inscripciones tal y cual, no sé qué del arbitrio", etc., etc. Muchos números que además no coinciden con otra anotación posterior. ¿Cuál de ellos elijo? Con el mismo dedo airado con el que señaló el párrafo, podía haber señalado un solo número y ahí hubiera terminado la conversación.
- Señorita –le digo con esforzada humildad-, si yo le preguntara qué es un sintagma o qué sabe usted del Modernismo o si alguna vez ha oído la palabra “serendipia”, tal vez tuviera dificultades para contestar. Yo tengo dificultad de comprensión con el vocabulario administrativo. No lo entiendo.
Molesta por la contestación, sin mirarme siquiera, echa una ojeada al reloj, coge al vuelo su abrigo y se larga. “Ah, comprendo –pienso-, la han machacado toda la mañana y se ha desahogado conmigo”. Un chico joven que había estado oyendo desde su mesa la esperpéntica conversación,  se acerca al mostrador.
-Por favor -le digo-, la loca gritona de tu compañera que, antes de empezar a atenderme ya me ha anunciado el precio del documento que solicito, me ha dejado tirada ¿Puedes ayudarme y decirme qué número me piden en este apartado?
El joven (me pareció que se sentía avergonzado) no solo me explica lo que significa el vocabulario del párrafo sino que me indica,  y para siempre, cuál es el número que debo poner.

Vuelvo a creer en el ser humano.

jueves, 8 de marzo de 2018

Estereotipos de personajes femeninos literarios

Siglo XXI:
Varían los estereotipos de personajes femeninos en la Historia de la Literatura
Podríamos hablar de prejuicios: valoramos de modo distinto a los hombres y a las mujeres, idénticos proyectos tiene distinta valoración si los firma un hombre o una mujer, siempre en perjuicio de la firma femenina. En este mismo sentido, podríamos comentar cómo se denomina “novela de mujeres” a la protagonizada o escrita por una mujer y cómo cuando es a un hombre a quien se atribuye lo escrito, la valoración es que escribe “sobre el ser humano”. No en vano la relación de jerarquía superior del hombre, se marca desde el origen de los tiempos, incluso dentro de la ficción narrativa: en la mitología grecolatina Minerva nace del muslo de Júpiter, la primera mujer de la Biblia, Eva, fue creada a partir de la costilla de Adán.
A pesar de que el punto de partida es el Día Internacional de la Mujer, no voy a desarrollar en esta reflexión nada acerca de las mujeres escritoras, ni de las mujeres Premio Nobel, ni de los sinónimos tras los que muchas se han ocultado. Simplemente un repaso de las mujeres protagonistas, en estricto orden cronológico, cuyo papel en la ficción es un eco de la realidad, unas se caracterizan por su fuerza, otras por su maldad, otras por su sumisión, algunas enigmáticas, pero todas ellas relevantes y representativas del entorno social que las rodeaba, hijas de su tiempo contra el que unas se rebelaron, otras se dejaron someter, o del que escaparon a través de su imaginación.

Los personajes femeninos de la antigüedad grecolatina son un retrato del alma.
Electra, caracterizada como símbolo de la lealtad femenina en tres famosas tragedias griegas: Las Coéforas, de Esquilo; la Electra de Sófocles y la Electra de Eurípides. Está dotada de una excesiva conciencia familiar, con un fuerte significado como madre, como hermana y como hija. Los trágicos acontecimientos que vive, la afectan hasta convertirla en un ser ofendido y enajenado que oscila entre el odio infinito y el perdón.
Yocasta, reina de Tebas, en la tragedia Edipo rey, de Sófocles. Se suicidó cuando descubrió que su marido era su propio hijo. Ha dado lugar al complejo de Edipo, usado en el Psicoanálisis.
Antígona, hija (y hermana) de Edipo y Yocasta, en Antígona, tragedia de Sófocles. En ella se enfrentan dos nociones del deber: la familiar, caracterizada por el respeto a las tradiciones religiosas y la civil que se refiere al cumplimiento de las leyes del Estado.
Medea, en Medea de Eurípides. Terrible tragedia que provoca una mujer seductora e inteligente como reacción a la traición de su marido. Exalta los valores femeninos y defiende la condición femenina:
De todo lo que tiene la vida y pensamiento, nosotras las mujeres, somos el ser más desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y tomar un amo de nuestro cuerpo, y éste es el peor de los males. Y la prueba decisiva reside en tomar a uno malo o a uno bueno. A las mujeres no les da buena fama la separación del marido y tampoco les es posible repudiarlo”.
Helena, esposa de Menelao, causa de la Guerra de Troya. Homero en la Ilíada, la caracteriza como un modelo de virtudes que representa el ideal femenino de la nobleza griega. Su extraordinaria belleza despertaba deseo en todos los hombres.
Penélope de Ítaca, en La Odisea, de Homero. Es símbolo de la fidelidad conyugal que mantuvo a raya a sus pretendientes mientras Ulises estaba de viaje.
Scherezade, en Las mil y una noches, de autor desconocido (serie de cuentos medievales de origen árabe). Es esposa del sultán Shariar, a quien cuenta un relato cada una de mil y una noches para evitar su muerte y ganar el amor del sultán.
(h.1307) Beatriz, en La divina comedia, de Dante Alighieri. Considerada como manifestación e instrumento de la voluntad divina, es la guía que conduce a Dante a través del Paraíso.
(1476) Alison de Bath, protagonista del cuento “La esposa de Bath” recopilado en Los cuentos de Canterbury. Geoffrey Chaucer cuenta la historia de una mujer dominante, obscena y de voraz apetito sexual, de fuerte y controvertida personalidad que hace una declaración sobre el derecho al control de su propio cuerpo, atacando las tradiciones antifeministas de la época.
(1499) Celestina, en La Celestina de Fernando de Rojas. Personaje trascendental, manipuladora de las conductas de los demás personajes porque conoce las dolencias del cuerpo y las debilidades del alma .
(1585) La pastora Gelasia de La Galatea de Cervantes. Es famoso su soneto en defensa de la libertad. Concluye el terceto:
          Del campo son y han sido mis amores,
          rosas son y jazmines mis cadenas,
          libre nací, y en la libertad me fundo.
(1605) La pastora Marcela de Don Quijote de la Mancha, lucha por la libertad en un mundo que se la niega por razón de su sexo. Dotada de gran belleza física, se niega a contraer matrimonio con quienes la cortejan, eligiendo libertad de pensamiento y de acción.
(1605) Dulcinea del Toboso, en El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, (1605) de Miguel de Cervantes Saavedra. Es la dama, objeto de amor creado por el caballero don Quijote.
(1595) Julieta Capuleto, en Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Protagoniza un amor prohibido que desencadena la tragedia.
(1605?) Ofelia, en Hamlet, de William Shakespeare, sometida a la obediencia paterna.
(1606) Cordelia, en El rey Lear, de William Shakespeare. Ingratitud filial. Es uno de los personajes más trágicos, representa la represión femenina por parte de los hombres.
(1603) Desdémona, en Otelo, el moro de Venecia, de William Shakespeare. Muere asesinada por los celos de Otelo.
(1611) Miranda, en La tempestad, de William Shakespeare. Es utilizada por el hombre colono para acaparar la atención del aborigen y someterlo. En la misma obra, Claribel es la figura femenina objeto de transacción comercial
(1630)  Doña Inés, en Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. “Ángel de amor”, mediadora entre Dios y el mundo.
(1776) Carlota, en Las penas del joven Werther de Goëthe. Ideal femenino del Romanticismo: esposa, madre, ángel del hogar, que vive la tragedia de un amor imposible.
(1787) Justina, en Justina, o los infortunios de la virtud; del marqués de Sade. El propio título nos da una idea del sometimiento del personaje.
(1813) Elizabeth Bennet, en Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.(1813). Una especie de heroína, un nuevo tipo de Cenicienta.
(1815) Emma Woodhouse, en Emma, de Jane Austen. Por su educación malcriada, manipula a quienes le rodean, ocasiona numerosos enredos y situaciones embarazosas.
(1831) Esmeralda, la gitana; en Nuestra señora de París, de Víctor Hugo. Representa el papel de “mujer fatal”.
(1847) Jane Eyre, personaje que da título a la novela de Charlotte Brontë, complejo, fuerte e inspirador. Es una joven huérfana, institutriz en la casa de un poderoso por el que se siente fuertemente atraída.
(1847) Cathy Earshaw, en Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. Su personalidad ambiciosa y dominante dio lugar.a que los lectores de la época la rechazaran. Su carácter malvado la hace extraordinaria.
(1848) Marguerite Gautier, en La dama de las camelias de Alejandro Dumas (hijo). Mujer irresistible, lleva una vida de lujo en el París de mediados del XIX. Renuncia a su vida mundana para morir en soledad por un gran amor, imposible, que le conduce a un final trágico. Verdi se inspiró en el personaje para la ópera La Traviata.
(1850) Hester Prynnem, de Nathaniel Hawthorne, protagonista de La letra escarlata, ambientada en la puritana Inglaterra del siglo XVII, condenada en vida por haver dado a luz a un hijo bastardo, se las arregla para sobrevivir con fuerza y dignidad y romper con las costumbres de la época. Sin duda, una historia que refleja las injusticias hacia la mujer y su valentía para rebelarse.
(1857) Emma Bovary, creada por Gustave Flaubert y protagonista de Madame Bovary, es un controvertido personaje que, enajenada y aburrida, concibe la realidad como no es. La lectura de novelas la conduce al deseo de querer vivir un sueño que no se cumple y termina en tragedia.
(1862) Fantine, en Los miserables, de Víctor Hugo. Arquetipo de madre que sacrifica su cuerpo y dignidad para que la vida de su hija sea estable. Es el tópico de la “prostituta santa” extendida en la literatura decimonónica. Representa el profundo sufrimiento de las mujeres proletarias, maltratadas en la Francia del S.XIX
(1868) Josephine March, “Jo” de Mujercitas. Louisa May Alcott. Atractivo personaje que se opne a su dstino y adopta posturas masculina porque no puede soportar la vida de las mujeres de la época. Joven inteligente, fuerte, impulsiva y apasionada por la escritura.
(1869)  Natasha Rostova, en Guerra y paz, de León Tolstoi. Su meta es encontrar al hombre de su vida, cree en el amor y su ingenuidad da lugar a numerosas dificultades.
(1873) Anna Kareninna, en Anna Kareninna, de Lev Tolstoi. Magníficamente retratadas, las convenciones sociales de su tiempo asfixian a la heroína y destruyen lo que parecía un amor  verdadero, dando paso a la tragedia.
(1879) Noraen Casa de muñecas,(1879) de Henrik Ibsen. Descubre que ha pasado de la tutela del padre a la del marido y de que no es una buena madre. Constituyó un escándalo. Símbolo de los derechos de la mujer.
(1880) Nana, en Nana, de Émile Zola, protagonista de la novela, representa el contraste entre la ingenuidad y la crueldad sin escrúpulos. Perteneciente a la rama bastarda de la familia, se ve influenciada por los defectos de la herencia genética.
(1885) Ana Ozores, La Regenta de L.A.Clarín. Víctima de un matrimonio sin amor y carente de educación para desarrollar una vida propia. Proyecta un conflicto, el enfrentamiento entre la vulgaridad que arrasa toda su vida y un ideal inalcanzable.
(1886-87) Fortunata y Jacintaen Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós.  Triángulo amoroso y magnífico cuadro de costumbres.
(1886) Tránsito es el nombre de la novela de Luis Segundo de Silvestre que nos muestra una mujer diferente, “una campesina inteligente e ingenua de corazón” y su trágica muerte.
(1889) Asís Taboada, Marquesa de Andrade, en Insolación de Emilia Pardo Bazán. Novela transgresora porque aborda el doble rasero de medir para hombres y mujeres. Desnuda esa sociedad patriarcal de hombres aparentemente progresistas, dispuestos a apoyar la causa feminista solo de palabra y cuando no les afecta a ellos.
(1925) Clarisse Dalloway en La señora Dalloway, de Virginia Woolf. Su mundo ordenado y gris resulta vencedor frente a su mundo interior incómodo, por lo que guarda las apariencias.
(1928) Lady Chaterlay. El amante de Lady Chaterly, de D.H. Lawrence. Novela que causó fuerte escándalo por sus explícitas escenas sexuales. Constance, la protagonista, representa el notable cambio que están experimentado las mujeres. Los años 20 son años de liberación de la mujer, que se incorporaron al mundo laboral y dejaron de ser el “ángel del hogar”.
(1928) Orlando protagonista de la novela que lleva su nombre, de Virginia Wolf, aborda críticamente temas considerados tabúes en su época, como el papel de la mujer dentro de la sociedad machista y dentro del mundo literario, sector reservado solo para hombres. Es una fantasía basada en pasajes de la vida de la escritora Vita Sackville-West, su amante.
(1929) Doña Bárbara, en Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos. Es el personaje central de la novela que lleva su nombre, escrita por el venezolano Rómulo Gallegos. Representa a una mujer dominante y violenta, que vive cruelmente  rodeada de maldad y superstición, en un mundo bárbaro. Ella misma se deja llevar por el instinto y el ansia de poder en todas sus acciones tendentes a vengarse de los hombres a quienes considera responsables de su dolor y su tragedia.
(1936) Scarlet O´Hara, en Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell. Peripecia vital de una mujer del sur, en plena Guerra de Secesión, que sirve de hilo conductor de la epopeya de una nación. Transgredió las normas sociales, la sociedad sureña no le perdonó que fuera libre e independiente y manejaba los negocios como un hombre.
(1936) Bernarda Alba, en La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. Retrata la España de principios del XX en la que la sociedad era muy tradicional y la mujer ocupa un segundo plano. Enfrenta el fanatismo  religioso y la intolerancia, al deseo de libertad de sus hijas, especialmente Adela.
(1937) Karen Blixen, protagonista de Memorias de África. Personaje real de este libro de memorias de Isak Dinesen, seudónimo literario de la escritora danesa Karen von Blixen-Finecke. Es un mujer independiente, con extraordinarios atributos para administrar su plantación de café  en África y relacionarse con los nativos cambiando las relaciones coloniales de la época.
(1944) Andrea. Nada, de Carmen Laforet. Los ojos de Andrea observan desencantados la nada. Hambre y ausencia de esperanza  en la España de posguerra.
(1955) Lolita, personaje de la novela del mismo nombre, escrita por V. Nabokov. Novela perturbadora que representa el enfrentamiento entre puritanismo y libertad. Da pie a reflexionar sobre la hipocresía social.
(1954-55) Eowyn de Rohan, en El Señor de los Anillos, de J.R.R Tolkien. Se describe como una bella doncella guerrera y valiente, dispuesta tomar las armas antes que a realizar labores domésticas.
(1958) Simone de Beauvoir, protagonista de la autobiografía Memorias de una joven formal muestra cómo es posible romper con las normas establecidas. Reivindica a la mujer reconociendo su identidad propia, y rechazando la definición (madre, esposa, hija, hermana) que tradicionalmente se le viene atribuyendo.
(1959) Bridget Jones, en El diario de Bridget Jones, de Helen Fielding. Es una mujer que vive sola, se mantiene con su trabajo en una editorial, habla sin tapujos de quienes le rodean y protagoniza situaciones realmente divertidas.
(1963) “La maga”, en Rayuela, de Julio Cortázar. La Maga es la negación de las lecciones aprendidas por las niñas adoctrinadas en la idea de ser madre y esposa y guiarse por la conducta virtuosa. Muestra un desorden en su vida, procedente del fracaso de las leyes al uso en ella.
(1982)  Cellie, en El color púrpura, de Alice Walker. Es una víctima oprimida de quien abusan física y emocionalmente. Siente que es mejor sobrevivir que luchar y arriesgarse a  morir pero llega un momento que se levanta dispuesta a pelear.
(1989) Tita, en Como agua para chocolate, de Laura Esquivel es la hija menor y conforme a la tradición familiar, debe renunciar a casarse para ciudad la vejez de su madre. Siente una fuerte rebeldía, en esta circunstancia, pero solo consigue mantener viva la esperanza de conseguir la libertad d amar y vivir su vida.

SIGLO XXI
De esta larga lista deducimos que la imagen de la mujer ofrecida en la literatura, es la  mujer como objeto, una imagen de mujer distorsionada, bien como esposa y madre, bien como mujer fatal y excepcionalmente como mujer fuerte, rebelde y luchadora.
 Las mujeres de los libros del siglo XXI dejan de ser putas, madres, esposas, amantes. Pero también dejan de ser harpías, hechiceras, encantadoras de serpientes, embaucadoras. O por lo menos, cuestionan el contenido con el que se rellenaba el baúl de la feminidad “ (según palabras de la escritora Marta Sanz).
(2000) Las protagonistas de Nubosidad variable de Carmen Martín Gaite, muestran el desencanto, la desilusión de sus vidas que en nada se parecen a lo que ellas habían esperado. Este desencanto no impide que proyecten una nueva forma de vida. La novela refuerza el mundo femenino y las dos protagonistas se refieren sin temor a lo que han vivido por razón de su sexo.
(2002) Lisbeth Salander, en la saga Millenium, de StiegLarsson. Es un personaje feroz, que vive bajo sus principios y reglas propias.
(2016) Las trabajadoras de un salón de té, en Tea Rooms de Luisa Carnés, una escritora de las “sinsombrero” de la Generación del 27 que en esta novela social, situada en los años treinta, retrata a mujeres con un salario precario, sin expectativas de ningún tipo, acostumbradas a cerrar la boca ante el padre, el marido, el jefe. Nos acerca a la realidad  de las mujeres españolas del siglo XX.
Tenemos antecedentes de mujeres luchadoras, como hemos señalado en las anteriores referencias, que rompen con los tópicos que vinculan a la mujer con lo doméstico, con la oposición virgen / puta, con las heroínas, las sometidas, las cenicientas y un largo etcétera. Los personajes femeninos del siglo XXI se apartan de estos tópicos. Unos cuantos buenos ejemplos:
Soledad con sus sesenta años y el miedo a la vejez en La carne (2016) de Rosa Montero, el personaje de Almudena y sus aversiones en El genuino sabor (2014) de Mercedes Cebrián, los afectos en Las efímeras (2015) de Pilar Abdón, la carga de la culpa en Mala letra (2017) de Sara Mesa, la mujer que se objetualiza en Cicatriz (2015) también de Sara Mesa, la precariedad de las trabajadoras en La trabajadora (2014) de Elvira Navarro, la mirada femenina hacia la violenta realidad de Euskadi en Mejor la ausencia (2017) de Edurne Portela, la violencia que afecta a las mujeres en Piel de lobo (2017) de Lara Moreno, la precariedad de las trabajadoras culturales en El entusiasmo (2017) de Remedios Zafra, la experiencia del cáncer en El desconcierto (2017) de Begoña Huertas.
Son nuevos personajes femeninos que conforme la mujer se emancipa,  se alejan de los tópicos tradicionales, se van haciendo más complejos y acordes con las nuevas lectoras que no se identifican con los antiguos modelos. Estas nuevas protagonistas no están siendo vistas solo por la mirada masculina, ni definidas solo por su relación con los hombres (esposa, amante, musa, madre…), ni mueren trágicamente.

¡Nuevo siglo, nueva literatura femenina!