viernes, 9 de octubre de 2015

Cartas. Día mundial del Correo

Hoy, 9 de octubre de 2015, se celebra una curiosa onomástica: el Día Mundial del Correo. Como casi todo en esta sociedad actual, que va tan acelerada,  esta celebración queda ya obsoleta. 
El 9 de octubre de 1874, el Tratado de Berna permitió unificar dispares reglamentos postales en un territorio postal único. El Día Mundial del Correo fue declarado por el Congreso de la Unión Postal Universal (UPU) celebrado en Tokio (Japón) en 1969. 
Primero fue el correo electrónico: a través de los e-mail recibíamos noticias de nuestros amigos y familiares. Ahora es el whatsap el que con mensajes superbreves nos mantiene en contacto con todos ellos. es una nueva manera de escribir cartas ágiles
¿Dónde queda el correo?  ¿Aquellas larguísimas cartas que leíamos una y otra vez y que nos despertaban una imponente sonrisa? Esas cartas que empezaban con "Mi amor, te quiero tanto..." y leíamos y releíamos hasta la saciedad. Aún hay quienes guardan esas bellas misivas aunque la persona que las enviaba ya esté fuera de sus vidas. La carta se mantiene en su nostálgica trinchera. 
Las cartas han tenido diferentes soportes: madera, pizarra, barro, piedra, papiro o papel. Su auge, su mayor dimensión social, acontece en el siglo XVI debido al crecimiento del alfabetismo y a la necesidad de comunicación que surge de los conflictos militares de España en Europa o la colonización de America. A partir de 1980, la correspondencia es una escritura minoritaria,  las cartas sufren una agonía de la que no se han recuperado. 
Hemos de reconocer que en las cartas, en los epistolarios, se nos mostraba la verdad más íntima de su autor, se nos desvelaban los sentimientos que en dos líneas de un e-mail o de un whatsap, difícilmente  se pueden expresar. Si el autor de las cartas es un escritor, pintor o personalidad reconocida, aún tiene más valor el reconocimiento de sus sentimientos que nos desvelan las claves de su obra. 
De todo ello da buena cuenta el número 248 de la revista Litoral, revista nacida en 1926, en Málaga a manos de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre (de la Generación del 27). Después de varios intentos de renacimiento, la revista resurgió en la primavera de 1968, con José María Amado quien reivindica el papel histórico de la Generación del 27 tras tantos años de silencio y de persecución de la cultura oficial. A partir de ese momento Litoral se convierte en una revista monográfica que recoge, por ejemplo, en el número 248, ya citado, el contenido de curiosas cartas y diversas reproducciones pictóricas en las que se representa un personaje con una carta entre las manos.  
Las cartas son de muy variado contenido: desde las lascivas de  James Joyce a su amada Nora Barnacle (8 de diciembre de 1909) o la correspondencia ardiente entre Paul Eluard y  Gala o Ernest Hemingway y Marlene Dietrich o Jean Paul Sartre y  Simone de Beauvoir, hasta las que plantean temas cotidianos como las que se cruzan entre  Pedro Salinas y Jorge Guillén, o proyectos literarios como la proposición de un monográfico sobre Andalucía que Sebastian Gascó hace a Federico García Lorca, etc.
Reproducimos, a continuación, la carta que reúne texto y pintura escrita por Benjamín Palencia a Emilio Prados y Federico García Lorca (recogida en la revista Litoral citada):
El Correo ha dejado auténticas obras de arte, piezas literarias, artísticas y desde luego de un gran contenido sentimental, en el amplio sentido de la palabra.

1 comentario:

Arte en Madrid. Tíltide dijo...

¡Qué precioso, Nani! Una verdadera obra de arte, desde luego.
Te mando un beso y espero que os veamos algún día.
Matilde.